La inmortalidad de los seres queridos
Cuando el perro entró en la casa yo era sólo un crío. La primera imagen que se me viene a la mente la componen sus facciones de cachorro, un rostro arrugado que se derramaba hacia abajo, porque abajo dirigía su mirada confusa mientras mi prima lo sostenía en el aire entre sus manos. Esa es … Leer más