¿Has oído hablar alguna vez de personajes planos y personajes redondos? Los personajes planos son aquellos que no tiene una evolución demarcada, mientras que los redondos son susceptibles de evolucionar. ¿Cuál crees que es mejor?
Dimensión: el arco evolutivo
Básicamente el arco evolutivo define la maleabilidad de un personaje con respecto a la historia, al margen de su caracterización. Básicamente es lo que cambia el personaje por causa de los eventos dramáticos de la trama, dando como resultado un arco ascendente (evoluciona a mejor), descendente (se degrada moralmente) o neutro.
Muchos autores definen la dimensión o arco evolutivo dentro de la orgánica del personaje, pero yo lo separo. Y si no, preguntaos si Gandalf de El señor de los anillos es plano o redondo. Por mucho que matara al Balrog, pasando del Peregrino Gris al Mago Blanco, Gandalf no evoluciona sustancialmente: empieza y termina siendo el mentor, el sabio que cumple el papel de consejero. Es plano, ¡no vayamos ahora a cogérnosla con un papel! Sin embargo, tiene una orgánica poderosísima, pues sus rasgos están bien definidos y tiene su voz y pensamiento propios.
El profesor Snape, de la saga Harry Potter, por otro lado, tiene un arco evolutivo complejo. Si bien Gandalf me parece mucho más poderoso que Snape en cuanto a orgánica, Rowling nos hace dudar a lo largo de siete libros sobre la bondad o la maldad del profesor. Es decir, la dimensión de Snape baila, provocando tensión en la historia y difuminando el personaje sobre el conflicto y la trama.
¿Qué debería cambiar?
¿Recuerdas cuando te hablé del deseo y la orgánica? Toma el conflicto que envuelve al personaje durante la historia y piensa cómo ha podido impactar en estos dos elementos. Parte del deseo y modifica los elementos orgánicos que crees que han podido bastardearse. ¿Ha cambiado su voz? ¿Su aspecto? ¿Reacciona igual ante los eventos dramáticos? Este aprendizaje debería reflejarse en dichos elementos.

No obstante, cuando decidas que un personaje cambia, ten en cuenta dos cosas:
- Que los elementos que cambies tengan una coherencia interna: cuanto más redondo sea su arco evolutivo, significará que la intensidad dramática habrá sido alta. No tiene sentido que un nazi se haga democrático por el simple hecho de leer un estudio de Theodore Adorno o diversidad cultural, pero sí por enamorarse de un preso en el campo de concentración.
- Que ofrezca una enseñanza a tu audiencia: la intención de que un personaje cambie no sólo es buena para preservar la coherencia interna de tu obra; somos contadores de historias, por lo que canalizamos las pasiones del alma humana. La exponemos en canal para transmitir ideas y emociones.
¿Plano o redondo?
Llegados a este punto, podemos pensar que un personaje redondo es mejor y más real que uno plano, pero esto no es cierto. Un personaje plano tiene su utilidad, porque es fácilmente reconocible, mientras que un personaje redondo nos enseña, a través de su plasticidad, lo que puede aprenderse a través del conflicto.
Imaginad a Shadow Moon, de American Gods. Por si no habéis leído el libro, Shadow Moon se nos presenta de lo más plano al principio de la historia. Pero su función como personaje principal es en realidad la de llevarnos de la mano a través de una historia que describe su paso hacia el mundo extraordinario, resaltando un elenco de personajes (los dioses) mucho más complejos que el mismo protagonista. Al final sí que evoluciona, aunque la intención de Neiman, en la mayor parte del libro, es la de que nos sintamos tan asombrados como Shadow Moon, que compartamos su perpleja impresión del mundo.
De hecho, a veces incluso los personajes terciarios evolucionan. Lo único que ocurre es que están tan despegados de la trama que no podemos ver dicha evolución (échale un vistazo a Festín de Cuervos de George Martin, y me cuentas). Hablaremos de personajes terciarios próximamente, I promise you.
Dantian Pecler
¡Sí, ya sé que te doy el coñazo con mi novela! Pero es que esto lo aplico en ella con uno de mis personajes favoritos: Dantian Pecler, que fue una de las razones por las que escribí mi novela. Esto tiene que ver con mi faceta de psicólogo, pues quería contar cómo los estilos educativos…
En fin, no quiero destriparte nada, así que si no has leído La historia triste de un hombre justo te animo a hacerlo, que nunca está de más ponerte el enlace.
Espero que te haya gustado mis disertaciones, y nos vemos en la próxima.
Te envío un fuerte abrazo.
Ángel G. Olmedo.
