TÉCNICAS DE ESCRITURA: ¿Y si…?

¿Y si los nazis hubieran ganado la guerra?, ¿cómo sería nuestra vida? ¿Y si un dios desconocido hablase a la humanidad en la mente de cada persona?, ¿y si pidiera que nos matásemos hasta que sólo quedase un 10% de los seres humanos, los únicos dignos de ir al cielo? ¿Y si un día alguien despertara una mañana y su gente no lo reconociera? ¿Y si de repente el mundo se volviera ciego?

¿Y si…?

¿Y si acabamos con tu bloqueo de escritor? ¿Y si encontramos fácilmente ideas para forjar una historia maravillosa?

En definitivas cuentas: ¿Y si te enseño una técnica de escritura llamada el «Y si…»?

Existe un truco archiconocido entre los escritores que ayuda a vencer eso del síndrome de la página en blanco. Y te aseguro que funciona de cojones. Es una técnica que abre caminos narrativos hacia tramas originales e interesantes, y que fomenta el germen de las llamadas semillas narrativas; es decir, las ideas que se plantan en las historias. ¿O te crees que Neil Gaiman no se planteó preguntas cuando escribió su brillante idea sobre la existencia de los dioses en American Gods? Bebió de su amigo Pratchett, pero también torció sus premisas, sacándole jugo y planteándose preguntas dramáticas.

Es, en efecto, la técnica del «¿Y sí…?», donde el escritor pone a prueba su mundo ordinario introduciendo un elemento extraordinario que lo rompe por la mitad.

Brevemente, te comento algo de un señor llamado Joseph Campbell. Este señor, que era antropólogo y escritor, estableció una máxima que decía que las historia siempre están cortadas por un mismo patrón llamado monomito. En El Héroe de las Mil Caras Campbell habla de que el héroe pasa del mundo ordinario al extraordinario; es decir, de un lugar donde todo está ordenador, a un lugar donde aparece el conflicto.

Pues bien, una buena forma de pasar de este lugar a otro es hacernos una pregunta muy sencilla: ¿Y si…? Porque el romper con la posibilidad de algo hace que surja un elemento necesario para las novelas, el conflicto, motor de la trama.

No existen ideas malas o buenas, recuérdalo. De una cosa aparentemente estúpida se puede sacar un argumento y una trama maravillosas. Si bien es cierto que se deben poner a prueba otras técnicas para perfilar una aventura, la técnica del «¿Y si…?» resulta un estupendo punto de partida, muy efectivo, del que surgirán un sinfín de preguntas más. Porque te aseguro que, en el momento en que presentes el elemento extraordinario, el conflicto rápidamente se desplegará en forma de otras incógnitas. Te prometo que tu historia tomará forma sola; lo único que debes hacer es empujarla, ella sabe la dirección.

Ejemplo de mi «¿Y si…?»

Ya te he hablado de ella en otras ocasiones, pero volveré a hablarte de la noveleta que escribí hace poco: ¡Por mis cojones! En ella hay un «¿Y si…?» muy poderoso: «¿Y si un hombre del franquismo cae en coma y despierta en democracia?». De aquí surgen muchas preguntas. ¿Cómo recibirá el mundo este señor? ¿Se adaptará? ¿Cómo lo recibirá a él la sociedad española? Habrá cambiado el paradigma moral, por supuesto, pero ¿también el fascismo evoluciona? Contiene parámetros diferentes en distintas épocas, ¿cómo afectaría esto al protagonista?

Bueno, espero que pronto sepas sobre ello.

EJERCICIO PARA TI Ahora llega tu turno. Vas a coger una libreta y vas a dedicar una página a escribir un título: «IDEAS Y SEMILLAS». Bajo esto, escribe algo que pueda servir como idea narrativa. Digamos, entre 5 o 10 cosas. Y para ello utiliza la técnica del «¿Y si…?», poniendo esta frase en cada idea. Luego elige una de estas ideas, porque te servirá para construir una historia. También puedes cambiarla más adelante si quieres, añadir otras preguntas dramáticas o incluso sería bueno que casaras entre sí varias de esas ideas. Ya verás que con el tiempo surgen líneas de acción y nuevas necesidades. Con el tiempo pasarás de no tengo ideas a no tengo tiempo para desarrollar ideas. Esto significa que estás llenando el tiempo para escribir, lo que indudablemente es síntoma de avance porque estás practicando el oficio. Exacto: la escritura es una profesión, y necesita práctica. Todo el mundo puede ponerlo en práctica.   Una cosa más: dado que esto forma parte del taller de escritura narrativa (al que estás invitada o invitado), espero que me cuentes lo que te vaya surgiendo. Comparte tus ideas y las discutimos. Te ayudaré en lo que necesites. Un abrazo.

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