¿Alguna vez has oído hablar de la llamada «suspensión de la incredulidad»? Pues, por si no lo sabías, es uno de los mecanismos usados por guionistas, dramaturgos, cineastas y, por supuesto, escritores con fin de hacer que las historias de ficción funcionen. En efecto, es necesario que aquél que confeccione un mundo de fantasía sepa qué es la suspensión de la incredulidad y cómo utilizarla. Y hoy vamos a conocer en qué consiste esta maravillosa herramienta y cómo la aplico en mi novela.
¿Qué es la suspensión de la incredulidad?
La suspensión de la incredulidad es la actitud del espectador para «suspender» —dejar a un lado— su escepticismo una vez que está inmerso de la historia. En otras palabras, el espectador se hace crédulo y por tanto acepta todos los hechos fantásticos e increíbles de la ambientación, permitiéndose disfrutar de todo cuanto ocurre en el universo en el que ha decidido sumergirse.
Sin embargo, hay un problema con esto, y es que en la suspensión de la incredulidad no todo vale. Nuestra misión como creadores de historias es que nuestro espectador se mantenga crédulo, y eso se consigue con una historia consistente, dejando intacta la coherencia interna de la obra.
Para ilustrártelo mejor, quiero que imagines la suspensión de la incredulidad como un contrato que yo, como escritor, hago contigo, que eres el espectador. Yo te brindo un mundo increíble, lleno de magia y fantasía, y tú, a cambio, disfrutas de la historia sin plantearte la existencia de los hechos que ocurren en ella. Claro que este contrato tiene cláusulas que pueden romperlo: yo no puedo meter la pata haciendo que las cosas sean incoherentes o no sigan un curso lógico de acción, pues en ese momento, tú dirás como espectador: «esto es absurdo, no se sostiene», y la novela perderá su magia, sacándote de la historia.
Vamos a verlo con algunos ejemplos de mi novela.
La suspensión de la incredulidad en La historia triste de un hombre justo
En La historia triste de un hombre justo el protagonista llega a Ísbar, una ciudad de proporciones gigantescas. Si te lo muestro en el planteamiento inicial, aceptarás la existencia de una megalópolis del tamaño de una provincia, tan grande que los edificios se extienden hasta la línea del horizonte.
Es decir, como espectador «suspenderás» tu ojo crítico mientras lees: aceptas que las distancias en esta ciudad de fantasía son inmensas, porque eso te permitirá imbuirte de la sensación que produce Ísbar, un lugar de dimensiones colosales y abrumadoras.
Ahora bien, si yo escribo que un personaje atraviesa Ísbar andando en tan sólo una sola hora, no nos engañemos: es probable que cierres el libro y lo tires a las llamas de un fuego. Aceptar que existe ese entorno fantástico está bien, pero cruzarlo a pie en tan poco tiempo no se lo cree nadie.
Otro ejemplo es el de la armonización. En mi novela existe la magia, cuyo sistema se basa en la música. Si mi planteamiento es que los usuarios de la magia, los bardos, retuercen la realidad usando escalas musicales, supongo que apoyarás la idea y te dejarás llevar por esta maravilla —pues entiendo que me lees para disfrutar de mi historia—.
No obstante, si yo coloco de repente entre los bardos a un usuario de la magia con una larga barba gris, un sombrero picudo de color azul y una túnica menesterosa de color plomizo, que invoca además su magia con la ayuda de una vara de madera, ¿a qué dirías que te estoy decepcionando? —además de llamarme plagiador, claro—.
Sobre cómo salvan las distancias los personajes en Ísbar, o cómo se explica que la magia sufra transformaciones, puedes leerlo en La historia triste de un hombre justo, pues en todos estos años he guardado hasta el más mínimo detalle para intentar que no te salgas de la atmósfera que intento transmitirte. Recuerda, ¡ya lo tienes disponible en la web de Red Key Books!, y si quieres una pequeña muestra, te dejo el primer capítulo totalmente gratis para que lo descargues en tres formatos diferentes:
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Ángel G. Olmedo.
P.D. : Si quieres un tentempié, puedes descargar en Amazon un compendio de relatos de los personajes más importantes de la novela; en cada una de estas historias de Relatos de Ísbar, podrás conocer a los personajes más notorios, una selección de historias que se enhebran con la trama principal de la novela. ¡Pincha en la imagen para acceder a este contenido!