SOBRE MI

¡Hola!

Soy Ángel G. Olmedo, y soy el responsable de transportarte a maravillosas historias a través de los libros. Saber emocionarte no tiene nada que ver con ser psicólogo, sino que conozco bien las teclas sensibles. Ya sabes: las del teclado y las de las emociones —confieso que sigo llorando con E.T., el extraterrestre cuando la veo—.

Nací en La Línea (Cádiz) un domingo de luna gibosa creciente, a las horas impertinentes del alba. Ese defecto de ir anunciándome para llegar tarde me ha acompañado hasta en la literatura; escribo desde muy niño y juego a rol desde los 9 años, pero no empecé a contactar con editoriales hasta mucho después.

Mi literatura

Generalmente escribo fantasía con fuerte contenido psicológico, pero también me interesan los temas sociales. Mi profesión tiene un abanico extenso de ámbitos, y al final he configurado una visión crítica de la sociedad, para bien o para mal. Imagino que es inevitable impregnar las letras de estas vicisitudes. Seguramente sepas a qué me refiero: escribir se hace necesario, ya sea para un libro como para la música, porque es un asidero para ayudarnos a vivir; lo único sobre lo que tienes algo de control son dos cosas: cuándo revelarte al mundo y cómo expresar tu impronta.

No soy nuevo en esto de escribir libros o publicar, pero sí que acabo de estrenarme en la novela, concretamente con una historia cercana a todos nosotros. Se trata de una analogía de nuestra realidad contada a través del prisma de la fantasía: las páginas nos transportarán a un mundo en el que se ponen de acuerdo el Siglo de Oro español con el género steampunk. Es la primera novela de una saga que he titulado La historia triste de un hombre justo, publicada por Red Key Books, y tiene mucha psicología y no menos música permeada en sus páginas.

Música y Psicología

No puedo evitarlo, lo siento: la música es otro de los pilares de mi vida. La culpa de esto la tienen muchos grandes compositores que me hicieron reír, llorar y asimilar la vida de una forma diferente: desde Silvio Rodríguez, allende el mar, hasta poetas de mi tierra, como el malogrado Juan Carlos Aragón o Antonio Martínez Ares. Esto último me impulsó a hacerme autor de agrupaciones carnavalescas en mi pueblo, cosa que me ha mantenido distraído largo tiempo.

Hace algunos años que no piso las tablas como músico, pero no me he despegado del carnaval en ningún momento: mi guitarra —la canalla compañera, como yo la llamo— me pide a gritos que la haga cantar, y es muy difícil no acudir a su llamada. Y es que siempre hay alguien que me pide ayuda para algún arreglo musical, afinar las voces de alguna pieza y componer un punteo de guitarra; y no hay año que no escriba una letra suelta para alguna agrupación que concurse. Lo que sí tengo claro es que, al margen de los premios que he ganado, el primer premio siempre lo he tenido, y se llama «ensayar con los amigos». Y quien no lo haga así, que me perdone, pero lo está haciendo mal.

Otro de los pilares de mi vida es la psicología. A lo largo de mi carrera laboral he trabajado como psicólogo clínico en varias ocasiones, cosa que me ha permitido ver la condición del ser humano desde un prisma muy emotivo e interesante. Una vez, un profesor de filosofía me dijo que el mejor juguete de las personas es la imaginación. Era casi preceptivo que el magín de mis pensamientos sufriera una bella transformación; pasé de juguetear con la imaginación de forma anárquica, para establecer «reglas del juego», en base a mis conocimientos de psicología.

Porque pongo mucho empeño en la construcción de los personajes, en su psicología. Si se hace a la ligera, correremos el peligro de destruir la coherencia interna de la historia, y los personajes dejarán de ser creíbles. En este sentido, te prometo que haré todo lo posible para acercarte a mis personajes, que están ansiosos por conocerte. Tanto las virtudes como las miserias que forman parte inherente del ser humano se desnudan en mi obra sin misericordia alguna. Eso te lo prometo.

Próximo lanzamiento

La continuación de La historia triste de un hombre justo se está terminando de perfilar tras un largo proceso de trabajo editorial. Está bastante avanzada, dado que cuenta con muchos elementos que fueron extirpados de la primera parte. Pero de ello y otros significados hablaremos en mi newsletter, al que puedes apuntarte de forma gratuita al final de esta página.

También estoy preparando un cuento crítico de humor. Es algo políticamente incorrecto sobre nuestro panorama más cercano. El título ya es ácido por sí mismo, pero es que su contenido también lo es. La novela se llama ¡Por mis cojones! y en ella caricaturizo un poco las luces y las sombras de los arquetipos de nuestra vida diaria, donde va a ser difícil no reconocerse. Mi humor siempre está cuando lo necesito, me tiende su mano sin pedirme nada a cambio, ¡qué menos que presentártelo!

Las cosas a su tiempo

Antes te he dicho que no empecé a contactar con editoriales hasta muy tarde. ¿Sabes por qué? En mi humilde opinión, durante la veintena tienes poco que contar, en esencia: pocos viajes —mentales y físicos—; pocas lenguas—habladas y saboreadas—; pocas historias —leídas y hechas realidad—; pocos amores —fugaces y de esos que se quedan contigo por siempre—… En definitiva, pocas experiencias todavía. Así que, ¿para qué contártelas a deshoras?

Si hubiese comenzado a escribir La historia triste de un hombre justo en la veintena —o mandado los libros e historias que escribí entonces— hubiese cometido un error grave. Esta historia contiene muchos lugares de encuentro con la psicología y la música, pero también está construida con las experiencias, las dichas y los dolores que he resuelto sobre este maravilloso y seductor territorio que se ha desplegado en mi vida.

En fin, que el diligente paso del tiempo llena la mochila de la vida por sí sola; no hay que forzar las historias. Y tú mereces las mejores historias si nos encontramos por el camino.

Y este era el momento.

Ya sabes quién soy…

Más o menos… Porque para conocerme a fondo es mejor que mantengamos el contacto. Si te he caído bien te propongo suscribirte de forma gratuita a mi newsletter, donde asistirás a un punto de encuentro entre los dos. Cada semana tendrás en tu bandeja de entrada un correo donde:

  • Te regalaré relatos exclusivos que fueron el punto de partida de mi libro, complementándolo.
  • Te informaré un poco más acerca mí y de lo que ando haciendo.
  • Revelaré material de trabajo que me ayudó a construir mi mundo: mapas, escaletas, borradores e incluso bocetos.
  • Y por supuesto, nos evadiremos de los problemas de la vida diaria, que todos compartimos, para que la fantasía nos consuele con su versión.

No sé, yo que tú no me perdía esto, así que te animo a que llames a mi puerta, sin miedo, suscribiéndote en la cajetilla de abajo. Estoy ilusionado por recibirte con los brazos abiertos.

¡Un abrazo!

 

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